lunes, 4 de agosto de 2008

Honda






Por un cordón de algodón, negro, blanco, amarillo


me deslizo hasta la punta de un hemisferio redondo


y sin contemplaciones repto en una mirada lunar


para comerte, lamerte y luego brindarte un color



quiero tenerte azúcar por mis órbitas abiertas, mis comisuras abiertas


de par, te celo en silencio sórdido, te presiento todas las mañanas



Dicen rápido algunos veloz y yo en mi fragilidad cerámica


me hago medio mandarina para desgajarme mirándote


Dicen tiernos algunos, enamorados y yo en mi mano segura


te tomo lúdica, no tímida y en tu eje de rotación telúrica



quiero caballos, para vos, lluvias de inmensos ventanales en el corazón


brillos partidos de los costados del sol, inundándote los pechos de amor



y que te rías en una carcajada, suave arena


y conmigo entres al mar.


No hay comentarios: