Dicho y Hecho

Intentaré acercarme por los sendos caminos

que pueda dibujar con los dedos

con los rastros . las marcas de las uñas del músico .

rojos,

esas las líneas dulces que encriptan

este amor

y sus semillas esparcidas por tu espalda.

- Soy el animal que te devora con los ojos

el caimán que filoso te acecha

como un voyeurista en el estertor de la primavera,

Latiendo en mi sangre y mi sexo

cada gota del nombre que lleva el impulso

y que dice que "te como cruda".


- También el tierno cómplice de tus rasgos

el brujo de tus abrazos envolventes

y el labio de tu parlancia . el labio sobre labio .

Murmurando como gatitos dóciles

desde la entraña de la garganta los ronroneos

y que dicen que "nena, es tan difícil dejarnos a la mañana".

Cercana, te presiento y palpito

detrás de un ventanal que dibuja las formas

del sueño.

En cada vértebra apoyo estos segundos

de un tiempo vertiginoso

que se vuelca . se derrapa y derrama .

sin ningún control.

Sin embargo hoy soy el hijo

de mi corazón.

Me acerco.

- Y soy,

una cajita musical endulzándote el oído

con armonías . unchained melody - melodías paralelas -

te canto con mi boca y mi entraña al mismo tiempo;

y una cámara de fotos imantada a tu girso sensual

calidecida en tu color y en los erizamientos de tu piel

cuando pongo mis labios sobre tus labios: "por toda la noche, amor"

- También tu blanda almohada con la metafísica de mi pecho

y mi alma contenta en tus ramas arbóreas

de filosofía noctambularia;

y el vino que te emborracha sutil

que te promulga una palabra de más

que me dice: "mi amor trasciende toda borrachera".

Casi soy tu danzante más dulce

bailo en tu interior cuando te sentás arriba mío

mientras cantamos 'esa canción' tan linda

y no me agoto de recorrer esa belleza de tu espalda,

la más linda que vi en mi vida,

la más clara.

Te tomo de la mano: "caminemos"

- Tu sueño íntimo pertrechado en la indecibilidad

la palabra prófuga del sonido

y el partero del silencio llenando el espacio de suspiros,

quebrando el cartel del pasado

para trascenderlo como un viento dulzón

que susurra: "cada detalle descubierto es un capullo más que me germina"

Y en un punto no marcado de ese camino

decirte que "sos mi amor".

Exito Existir Excitar

Exito

(Un hombre de poder)

- Yo soy un hombre exitoso

La lengua roja victoriosa sobre el pedestal

abrumado en miradas

poco espacio hay para las preguntas

le lengua sangra silenciosa

carente de lenguaje posible.

Exitoso es aquel que ha conseguido establecerse

en el contexto social

como alguien que ha triunfado.

Siendo el dinero lo que rige y la rigidez

del paladar común

el éxito tiene gusto a billete.

El exito parte de la mirada ajena,

son los 'otros' quienes declaran

nuestro status.

Existir

(no un cualquiera)

- Yo soy alguien, yo existo más allá de lo indiferenciado. Yo soy.

El éxito dibuja el cielo donde se aloja el cuerpo

distinto de los habitantes de la tierra,

el exitoso ha trascendido a través de su túnel

la diferencia: el lugar donde se adquiere la identidad y el ser

lo ha conseguido de esta manera.

- Yo soy exitoso, yo existo.

Excitar

(el admirador del éxito, el que busca la existencia en el túnel de otro)

- Mi cuerpo se siente atraído por el cuerpo exitoso

El existir, la individuación produce una fulgurante admiración

que provoca seguramente escozores en la genitalidad

de quien por sus propios medio se cree desafortunado

para conseguir el éxito.

Excita el color del dinero, su olor, su simbolismo

la cuenta del banco como gran falo

como propulsión del deseo

como noche de sudor.

EX

(el que fue, el que ya no es)

- Yo fui algo o uno que ya abandoné.

Nunca es tarde para abandonar un punto de vista

que ha caducado dentro de la cosmogonía

de la existencia personal.

Insisto en el éxito de los 'no exitosos'

los que discurren por otro costal

y aquellos que ante algunos

son

los fracasados.

Me das ganas

del Vértigo invadiéndome las piernas

parado de puntas de pie

predispuesto a la caída libre,

de la música preparándome la piel

en dos compases ruidosos,

listo para la compisición de una fuga

por un parque plantado de noches,

de la poesía arañándome las huellas

en las comisuras de mis labios

que sellados con tu nombre

modulan quieros y deseos,

de viajar y transcurrir

cambiar tanta chatura durante lunes a viernes

por el dibujo polícromo vislumbrado

desde un tren impasible

que riela unas vías

que en la paradoja del destino indefinido

tienen mucho para andar.

Poema Inevitable

Tenía un sueño yo -intenso-

aparte de aquel de pervertir al lenguaje,

y deshacerme de él

no era quedar mudo

sino sin lenguaje

pero no en un acto desesperado

sino para desparramarme en la blandura

del silencio

pero no del no decir, de la ausencia expresiva

sino para hallar y aferrarme en manos

a un abstracto edén de figuras transparentes

pero no para evitar los demonios, ni el panteísmo

sino para envolverme de una súbita inocencia

que me besara en el despertar.

Un sueño tenía yo,

viajar por un paisaje ausente de violencia

pero no sin la del germinar de las plantas y los animales,

sino transcurrir cúmulos de arena durante tu cuerpo

pero no en una distancia insoslayable

sino en la ternura de un abrazo salado

del medio mundo y del medio mar

pero no invertir el lenguaje y que medio se trastoque en miedo

sino desvanecerlo y depurarlo:

que en la mañana nos alcance una mirada

que no signifique nada

pero no que no signifique en el sentido del calor y la intensidad

sino en el de las estructuras lingüísticas que hacen

del gesto una ciencia: kinésica;

y que en la tarde nos alcance con una boca -dos-

para desarmar el mundo

y desterrarnos en una palabra los dos juntos,

o una frase que diga

que quería escribir un poema que no hablase de vos

pero que en estos tiempo

las manos se me mueven solas.

Anecdotario

Todo comienza en una anécdota:

anécdota de noche cerrada,

frente al pie de un todo: un abismo quizás,

más un estado mental

que discurre entre la borrachera y el amor.

luego pasan copas, pasan risas,

pasan cuentos, pasan manos: pasa de todo.

Yo los toco sin pudor con el estertor del recuerdo,

de la vida construida,

del camino (laberinto) entrecruzado:

y en un punto abstracto nos colocamos

uno al lado del otro

y ganamos otra

anécdota

tal vez para pervertir la inherencia de la soledad

y la brisa estúpida del silencio

o tal vez para cantar en una playa, algún verano

un puñado de canciones que nos rallentan el tiempo.

y luego vuelve a pasar:

pasan mundos, fugacidades,

pasan gritos y alaridos: pasa de todo.

Para finalmente bajo el ciprés centenario

tener la sensación

de que transcurrir el camino

tiene un gran sentido.

Puñados de Deseos

Tomarte de la mano y

hundirme entre las tres líneas de tu palma

jugar a ser todas sus bifurcaciones

y pegarme un viaje por sus pliegues y despliegues:

curva.recta.doblez.alineación

Llevarte con la cabeza alta y los ojos en la altura del horizonte

a todas esas imágenes,

que tengo en la punta de la lengua,

y que sólo te puedo mostrar a través de una sobrerbia mudeza:

colores.texturas.formas.

Componerte una canción de plastilina

para que puedas estirarla con los tarareos a tu pleno antojo

y para que la puedas desplegar en la tibieza

de tu garganta:

corchea.corchea.semifusa.redonda.negra.corchea

Llevarte al resto onírico de cuando cierro los ojos

abrazado de todos los paisajes que amanecen

sobre tu piel:

unmar.unasmontañas.unostruenos.una tierra

Pero sobre todo antes de eso,

con mis cuerdas vocales

jugar a contarte un cuento al oído.

Ciclo

Tengo una persistente afición por los laberintos,

- pero sin Borges en mis dedos: si por lo menos lo fuese

serviría de algo -

por los enriedos y los recuerdos malos

Poco espacio a la lo-cura hay en el re-cuerdo que limita

la apertura de las entrañas:

¡Cómo quisiera gritar libremente por la calle!:

"¡que coman pato asado sobre mi, que asen un pollo al limón!"

Si, así es.

Demasiado subyugado por lo-cultural y

mucho espacio a lo-cultual.

¿Dónde queda mi tiempo?

y tengo una persitencia obsesiva por los laberintos,

por enredarme con hilos ínfimos e innecesarios,

por soñar cosas malas,

por convertirme en un puño de ciclotimia:

ser un tímido, un tibio, un timorato.

Mierda digo,

¡qué se me parta el alma, que se desgarre

en el corazón de un ave

a kilómetros de suelo terrestre!

Nada de gravedades ni de grave-edades.

No, no, no. Nada de eso.

Que un ígneo destello

me incendie las hojas secas que revuelan

desde el último otoño

y que mi cuerpo sea una hoguera, una quimera

por donde despertar

a la vida.

Atentado Existencial

No puedo parar de escribir,

ni de tomar vino,

cuando esta extraña tristeza

con olorcito a vacío y nada

me invade el cuerpo.

Música

Canto

Tocan

Cantar.Tocar

dos ejes simétricos:

es la misma,

la pasión y la ternura con que agarro la guitarra

y ejecuto las vibraciones en mis cuerdas vocales

que la ternura y pasión

con que te toco a vos

cuando ejecutamos esas vibraciones en nuestros cuerpos.

Vuelo

El fragmento blanco y sedoso de una flor se desprende

y lo arrastra el viento a transmigrar rumbos

al destino lo llamamos blanco transparente

y algunas veces no lo nombramos . lo sacamos del mapa.

(El Mundo)

para ejercer con plena voluntad su olvido,

guardarlo entre los pantalones y esconderlo entre las masetas.

Sabemos de su color agazapado en nuestros pensamientos

pero osamos la libertad y la gozamos

como los caballos que imaginamos pateando el sol

patas arriba galopando en el cielo como un espejo

(de la Tierra)

para determinar el tiempo en el cristal de una aguja de reloj

o en el granito gris que se filtra en la arena.

Voy en la levedad como la espuma que flota sobre el agua (y la cerveza)

sin actos terroristas ni cruzadas guerrilleras en el corazón

el espacio filtrado donde el haz de luz del sol saluda a la mañana

y despierta el cuerpo y la piel con una mano suave

(este es mi Aire)

que respiro en los durantes y durmientes

de la vida.

Lo digo y no me canso: que estoy vivo,

pero en estos días además

puedo volar.

Muchacho y Muchacha

Cogíamos toda la noche a troche y moche

porque nos encantábamos

a mi me gustaba tu concha, tocarla, acariciarla

y después;

quedábamos mudos en las haches

En los hechos nos mirábamos como chanchos

garchábamos continuamente

sin que todo fuese un desconche (que no significaba tibieza);

y después

te hacía sanguchito entre mi pecho y mis brazos

apachuchándote con ternura.

Nos chupábamos hasta lo inchupable

y pensábamos en las pocas chances de dormir con constancia

luego tachábamos el póker

porque nos jugábamos a la doble generala

y después

mucha cháchara,

de la buena, de la linda: charlábamos bajito

sobre chanfles, desvíos, encuentros y coordinaciones

comíamos enormidades de chocolates

(el chino del barrio sonreía cuando nos veía de la mano)

descifrábamos trabalenguas .maría chucena.

que nos choreábamos de la cultura popular.

y también nos enchufábamos a 220,

pero sobre todo no chillábamos ni nada de eso

sino que nos hechizábamos los ojos, las bocas, las manos

y nos hinchábamos el pecho suspirando

y nos decíamos cosas como:

- Muchacho, me encantás

- Muchacha, me podés.

Tren

y lo inesperado lo no planeado

(y el vuelo el destranque)

tu sonrisa tan bajita tus manos evidentes

y lo que me desarma y me brinda

lo que me suspira y sonroja

(el espacio prestidigitado por el viento)

y mi tiempo con vos mi soledad

los amaneceres los anocheceres

los besos y excesos los durmientes

(viajantes del algo)

la ternura las fotos

las referencias sin disimulos las pocas estrategias

(estoy desnudo cuando te miro así:

buscando desnudarte)

tu forma tus palabras

mi poesía mis canciones

tus manos de nuevo con los besos

los abrazos y el todo así,

y el todo así,

en este viaje en tren.

Origen

"Del último sueño vengo,

del último sueño soñado"

A trastornar idilios hechos de fina arena

a galopar en vuelo

en alas de pájaro

alimentarme de un puñado de quimeras:

monstruos extraordinarios,

facultades del espíritu,

pureza e imaginación.

A escribir todos los cuentos no escritos

a caerme de un remolino de aire

atraparte en mis dedos

como me atraviesa una flecha

de la violencia humana

de la tristeza sobrenatural

de lo hondo espiritual

piedra y camino.

A crear regocijos de utopías no políticas

sin preguntarme al oído que pensamientos son

aún vírgenes

del dolor y de la risa,

ni cuestionar una vuelta a la manzana.

del último sueño vengo,

de ese viaje por mi barrio en bicicleta

de tus brazos a la mañana,

del último sueño soñado

que ahora me afecta hasta la médula.

Hondo

Hay una historia (siempre) detrás de esos piecitos descalzos

que caminan por tierra anclada y giratoria

jugamos a olvidarla en la continuidad del tiempo

porque recordarla impediría vivenciar la imprudencia

de nuestros ojos atravesados por una luminosa,

pero la hay y nos constituye

Somos: eso. El producto de la multiplicidad de colores

que resguardamos en algún momento

y lo sacamos a relucir -aunque no lo sepamos-

en cada ancla que hacemos con las manos.

(tengo ahora, una hondura en el pecho

interminable e iluminada

podría enunciarte y recitarte sin vergüenza

cada parte de tu cuerpo)

Hay un espacio abierto también, donde circula el aire

que se dice que como viento y cada tanto silba en los oídos

un sonidito que me recuerda a una canción triste

y me pone en la piel como un vestido de rocas o algo así

aunque también me emborracha con formas de siluetas

que se despliegan sobre un silencio extraño que

me provoca y me provoca.

(sigo con esa firme hondura irresoluble

que será mi compañera

por hoy y cuántos días más)