Cogíamos toda la noche a troche y moche
porque nos encantábamos
a mi me gustaba tu concha, tocarla, acariciarla
y después;
quedábamos mudos en las haches
En los hechos nos mirábamos como chanchos
garchábamos continuamente
sin que todo fuese un desconche (que no significaba tibieza);
y después
te hacía sanguchito entre mi pecho y mis brazos
apachuchándote con ternura.
Nos chupábamos hasta lo inchupable
y pensábamos en las pocas chances de dormir con constancia
luego tachábamos el póker
porque nos jugábamos a la doble generala
y después
mucha cháchara,
de la buena, de la linda: charlábamos bajito
sobre chanfles, desvíos, encuentros y coordinaciones
comíamos enormidades de chocolates
(el chino del barrio sonreía cuando nos veía de la mano)
descifrábamos trabalenguas .maría chucena.
que nos choreábamos de la cultura popular.
y también nos enchufábamos a 220,
pero sobre todo no chillábamos ni nada de eso
sino que nos hechizábamos los ojos, las bocas, las manos
y nos hinchábamos el pecho suspirando
y nos decíamos cosas como:
- Muchacho, me encantás
- Muchacha, me podés.
1 comentario:
Increible..me gusto muchisomo..
fuerte
aprte muy gracioso porque estaba con una amiga que te conoce y le dije "mira este es el blog de ger" entramos y empezamos a leer....y bue...jajajajjaja
jajajaja
muy interesante...
muy
saludos capo
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