jueves, 17 de julio de 2008

Anecdotario






Todo comienza en una anécdota:

anécdota de noche cerrada,

frente al pie de un todo: un abismo quizás,

más un estado mental

que discurre entre la borrachera y el amor.



luego pasan copas, pasan risas,

pasan cuentos, pasan manos: pasa de todo.


Yo los toco sin pudor con el estertor del recuerdo,

de la vida construida,

del camino (laberinto) entrecruzado:

y en un punto abstracto nos colocamos

uno al lado del otro

y ganamos otra


anécdota


tal vez para pervertir la inherencia de la soledad

y la brisa estúpida del silencio

o tal vez para cantar en una playa, algún verano

un puñado de canciones que nos rallentan el tiempo.



y luego vuelve a pasar:

pasan mundos, fugacidades,

pasan gritos y alaridos: pasa de todo.



Para finalmente bajo el ciprés centenario

tener la sensación

de que transcurrir el camino

tiene un gran sentido.

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