martes, 22 de julio de 2008

Poema Inevitable





Tenía un sueño yo -intenso-


aparte de aquel de pervertir al lenguaje,


y deshacerme de él


no era quedar mudo
sino sin lenguaje


pero no en un acto desesperado

sino para desparramarme en la blandura


del silencio


pero no del no decir, de la ausencia expresiva


sino para hallar y aferrarme en manos


a un abstracto edén de figuras transparentes


pero no para evitar los demonios, ni el panteísmo


sino para envolverme de una súbita inocencia


que me besara en el despertar.


Un sueño tenía yo,


viajar por un paisaje ausente de violencia


pero no sin la del germinar de las plantas y los animales,


sino transcurrir cúmulos de arena durante tu cuerpo


pero no en una distancia insoslayable


sino en la ternura de un abrazo salado


del medio mundo y del medio mar


pero no invertir el lenguaje y que medio se trastoque en miedo


sino desvanecerlo y depurarlo:


que en la mañana nos alcance una mirada


que no signifique nada


pero no que no signifique en el sentido del calor y la intensidad


sino en el de las estructuras lingüísticas que hacen


del gesto una ciencia: kinésica;


y que en la tarde nos alcance con una boca -dos-


para desarmar el mundo


y desterrarnos en una palabra los dos juntos,


o una frase que diga


que quería escribir un poema que no hablase de vos


pero que en estos tiempo


las manos se me mueven solas.

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