En este, el primer día del invierno,
advertidos ya de aquello que los paraliza,
los animalitos buscan refugio
cerca de los fuegos, de las cuevas
Evaden el viento para dormir
descomprometidamente
deliciosamente de dulces sueños.
Buscan animarse juntando sus cuerpos
- al principio no es sólo paz -
las primeras noches se duerme liviano
por el miedo a que algún compañero
- lejanísimo al calor -
- se llenan los fantasmas -
no despierte en la primavera.
Días antes de hoy,
recorren la tierra llena de hojas marrones
y barro,
comen alguna florcita amarilla
- resistente ante todo -
y dan vueltas alrededor
de sus campos abiertos
-suyos son todos ellos -.
Y ya habiendo encontrado
la tibieza -en el apunto de cerrar los párpados -
cuentan una historia
repasan sus anécdotas
evalúan sus tristezas y alegrías,
y se saludan suave y tierno
con un: "buen invierno"
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