viernes, 3 de octubre de 2008

Creer para Ver





Cuestión de creer que el árbol y la planta


la arena, la piedra y la montaña, tienen


pies y hasta harán callos cosquillas;


y un ala les crecerá a los costados, o dos.



Cuestión de fe por fuera de la palabra,


fundida y cotidiana como abrir y cerrar


la puerta, poner la llave, mirar la calle;


hay que mirar bien y ver que lo distinto


también es lo cotidiano, que la misma cara


del dado recibe un vulnerable o un valiente


y que en dos ríos, nunca habrás de bañarte, dos


veces.


Fecundas formas de la esperanza no acostada,


ni en cama grande, ni colchón oxidado y flojito;


sino más bien agil inquieta movediza huidiza. Esa:


la de los hechos sin hache.



Vivir: cuestión de eso, de tantos, de confiar


y entregarse como andar suelto desmochilado


como un transeúnte vaivenero que quizás sólo


pase sin que aquellos se enteren. Si en ese tren


o mobiliario va una fe, ya no importa, será todo


cuestión del correcto vínculo con el tiempo.

No hay comentarios: