Y entonces a veces,
simplemente me siento destrozado,
es la oscuridad sobre la negritud
y nada entiendo;
y la ira se me desborda por la piel,
me la rompe, me desangra
y ya no tengo pelaje que me acompañe.
Soy desnudo frente a nadie, frente a mi
corriéndose la sangre está por adentro
y mi cabeza que late como
la entraña de los caballos al galope.
simplemente me siento destrozado,
es la oscuridad sobre la negritud
y nada entiendo;
y la ira se me desborda por la piel,
me la rompe, me desangra
y ya no tengo pelaje que me acompañe.
Soy desnudo frente a nadie, frente a mi
corriéndose la sangre está por adentro
y mi cabeza que late como
la entraña de los caballos al galope.
La muerte es una inminencia de la que no me puedo deshacer
y se transforma en obsesión que amanece y pernocta.
Y la rendija, punto nodular no se encuentra ni se nota
sólo en (de vuelta vamos) la piel de lagartija
escamada y dolorosa con la que me dieron nacimiento.
Soy esto hoy
y mañana no;
mientras sigo buscando la puesta de luz
del velador que cuando duermo
me da calor.
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