domingo, 29 de marzo de 2009

Soneto de la "H" enferma


La hache es aquella letra que no decimos, aquella que se esconde y oscila en la inexistencia del habla y sin embargo es la que hace que una palabra pueda ser una palabra (por ejemplo la diferencia de huso con uso).
Pareciera paradojal que la palabra Hacer empiece con "H". Sin embargo no es así en cuanto a través de la escritura "hacemos" y le devolvemos la existencia. Hacemos "heces" y no "eses".

La hache es lo proHibido, aquello que no se puede nombrar por las reglas (en nuestro caso así lo dice la gramática castellana: "la H es muda" nos decían los maestros).
Los que hacen, los que nombran, los que dicen las cosas son los Herejes: los que no siguen los mandamientos, los que hacen lo que se les canta, los que infrigen la ley. Ellos son los castigados.

El castigo mucha veces tiene que ver con la muerte y fíjense cuántas palabras médicas están inscriptas por la letra H.
Entonces la hache siempre aparece por más que hagamos fuerza por hundirla. Cuando aparece algo que no podemos decir enfermamos y tenemos una gran lista para poder nombrarla a través del soma-cuerpo: Hepatitis, Hipocondría, Hipertensión, Hipertiroidismo, PH en altas cantidades, VIH.

La "Ley" establece que quienes la nombremos, quienes la tengamos, seremos segregados por la sociedad: aquel que nombre la hache será objeto de burla (quien diga "jumor" en vez de "humor", quien diga "Jigo" en vez de "Higo" ).
Aquel que la nombre a través del cuerpo también será burlado y segregado, pero no sólo eso, pasará a ser un tapado una perona tabú: quien porta VIH es sepultado socialmente.

Quien se anima, es castigado.

Lo más raro de todo quizás sea que somos una raza llamada "Hombre".

Elegí el soneto por su condición limitante, por su obligación a mantener una rítmica y una métrica, por su ley. Y para poder demostrar que a mucho pesar de la ley, siempre hay alguna forma de nombrar aquello que la misma prohibición quiere anular.


La hache que muda y muerta silba al viento
es el silencio visible en nosotros
la roca pálida, quieta, sin rostros
que en nuestra nuca hiede sucio aliento

empecemos entonces el recuento
heces, hipocondría, los ancestros
ahogados, heroes huecos sin sus cetros
solo algunos n(H)ombres en este cuento

Huayno diablo que me formas y habitas
¿tiene V y H el muy hondo sentimiento?
¿o tal vez Verso y Hermosas mañanitas?

Que por (h)echar la horca en lo que siento
los médicos me ven y dan droguitas
y siga autó-mata- los (dulces) mandamientos

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