Hacerlo de una figurita de plastilina azul
mezclarlo con una flor amarilla y su pétalo en auge
regarlo con una gota de sudor caída del pecho
hecha en un fluyente movimiento poco cesante,
lo que otros le dicen "un remolino de pasión"
y Estirarlo a una figura blanca y flexible
estirada sobre un colchón de pasto pastado
por unos caballos marrones que transpiran
el mismo sudor que riega a la florcita verde,
hacernos corredores, trotadores, galopantes
y sobre todo salvajes - lo básico nuestro -
Poseerlo sobre todo
como cuando entro en tus piernas (entre)
mirarlo desde el ángulo preciso donde se percibe
lo que nunca se ve por tapado, por él mismo,
Sabotearlo e injuriarlo, o engañarlo y pertrecharlo
sin daño - con ternura,
esa misma que hace que deseemos - nos rija el deseo -
como el mismo caballo que suda y galopa
y relincha cosas que entendemos,
que Sea una caminata en el mar,
con parecida perspectiva espacial a la caminata lunar
y la sensación del infinitivo -del hacer-
de terminar en "r"
de revisarte el alma, de rompernos el corazón, de rotación solar.
y que No me saque de tu cama
a las siete de la mañana
para anestesiarme como un estúpido de frente
a un monitor.
mezclarlo con una flor amarilla y su pétalo en auge
regarlo con una gota de sudor caída del pecho
hecha en un fluyente movimiento poco cesante,
lo que otros le dicen "un remolino de pasión"
y Estirarlo a una figura blanca y flexible
estirada sobre un colchón de pasto pastado
por unos caballos marrones que transpiran
el mismo sudor que riega a la florcita verde,
hacernos corredores, trotadores, galopantes
y sobre todo salvajes - lo básico nuestro -
Poseerlo sobre todo
como cuando entro en tus piernas (entre)
mirarlo desde el ángulo preciso donde se percibe
lo que nunca se ve por tapado, por él mismo,
Sabotearlo e injuriarlo, o engañarlo y pertrecharlo
sin daño - con ternura,
esa misma que hace que deseemos - nos rija el deseo -
como el mismo caballo que suda y galopa
y relincha cosas que entendemos,
que Sea una caminata en el mar,
con parecida perspectiva espacial a la caminata lunar
y la sensación del infinitivo -del hacer-
de terminar en "r"
de revisarte el alma, de rompernos el corazón, de rotación solar.
y que No me saque de tu cama
a las siete de la mañana
para anestesiarme como un estúpido de frente
a un monitor.
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